Como pronunciabas mi nombre con tu acento de cuna, y como
disfrutaba la llegada de mi otoño mientras
tu recibías la primavera al otro lado del mundo. Y todas esas fotografías que viajaban a la velocidad de la
luz con las nubes más bellas, los mejores regalos que jamás espere y llenaban de
felicidad mi vida.
Y los abrazos tibios, esos que ahuyentaban hasta el frio más
crudo, perpetuando la hoguera de tu alma en pleno invierno en Madrid
El café amargo, que vestía tus labios por las mañanas en la
oficina, mientras yo caminaba descalza por la casa, en pijama por que no podía dormir,
y el insomnio era dueño de mis noches.
Esas noches eternas,
en que la tristeza me abrazaba hasta asfixiarme,
logrando ser rescatada cada amanecer por los primeros rallos de sol…
Y cuando soñábamos… ¿recuerdas?…
Sentados en la nube más grande, la creada por nuestra imaginación,
allí donde solo estábamos tú y yo, donde nada, ni nadie lograban llegar, en el único
lugar donde me sentí segura de llorar, donde deje escapar mi melancolía rodando
a raudales, donde me rodeabas con tus brazos, protegiendo mis alas rotas.
Recuerdas aquel día que por impulso marcaste mi número telefónico,
para desearme un buen día a minutos antes de salir al museo…y te reías, porque
me quede sin palabras.
Y cuando llego el gran día, cuando por fin alce mi vuelo y
fui libre, y celebramos juntos mi onomástico.
Y mis besos canela en rama, los dulces besos guardados con
esmero, que solo compartían contigo…
Sabes me Jure no llorar, y no puedo cumplir mi propia palabra, me pediste que no te extrañara, y eso
es imposible…
Ya nada es igual, me faltan latidos en el corazón, y apilo día
a día los besos y abrazos que te enviaba…no sé qué hacer con ellos, no tengo
una nueva dirección donde remitir mi entrega.
Me haces falta, a cada segundo, en cada minuto del día…
hasta la brisa tibia, dejo de ser grata.
Veo como todo sigue su curso, y yo continuo en el mismo
lugar, esperando que solo sea un mal sueño, de esos en que despierto y aun
estas allí conmigo
Te quiero mi mago adorado, y aun necesito de tu magia para continuar el vuelo,
para ser feliz, sin la mitad de mi alma.
Hasta ahora.
Loretito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario